Shell ha sido reconocido nuevamente como el proveedor número uno en lubricantes a nivel mundial, un título que ha logrado mantener de manera ininterrumpida durante 18 años consecutivos. Este logro no solo confirma la solidez de la marca en un mercado altamente competitivo, sino que también refleja su compromiso constante con la innovación, la calidad y el desarrollo de productos que marcan la diferencia.
Este reconocimiento, otorgado por la firma consultora independiente Kline & Company, se basa en un análisis exhaustivo del mercado global de lubricantes, incluyendo tanto los sectores automotriz como industrial, marítimo, agrícola y de maquinaria pesada. Ser el número uno en todos estos segmentos de forma continua es una muestra clara de la confianza que millones de clientes depositan en Shell alrededor del mundo.

Un liderazgo basado en la innovación
La posición de liderazgo de Shell no es el resultado de la casualidad. Es el fruto de más de un siglo de experiencia acumulada y de una cultura corporativa centrada en la mejora constante. La compañía ha sabido adaptarse con agilidad a los cambios tecnológicos y normativos que han transformado la industria automotriz y energética en las últimas décadas.
Los motores actuales, ya sean térmicos, híbridos o eléctricos, presentan una serie de exigencias muy superiores a las de generaciones anteriores: temperaturas más altas, componentes más ligeros, tolerancias más precisas y ciclos de mantenimiento más largos. En este contexto, los lubricantes juegan un papel crítico. Y Shell ha respondido a estos desafíos con soluciones a medida, desarrolladas en sus centros técnicos de clase mundial.
Cada lubricante Shell se formula con aditivos avanzados y aceites base cuidadosamente seleccionados, que permiten reducir la fricción interna, proteger contra el desgaste, limpiar los depósitos y prolongar la vida útil del motor. Además, la empresa realiza pruebas rigurosas tanto en laboratorio como en condiciones reales de uso, garantizando que cada producto esté listo para enfrentar los entornos más exigentes.
Shell no solo fabrica lubricantes, sino que desarrolla tecnología de lubricación que impulsa la eficiencia energética y optimiza el rendimiento, sin comprometer la fiabilidad. Esto se traduce en beneficios directos para los usuarios: desde arranques más suaves hasta menores emisiones, mayor ahorro de combustible y menores costos de mantenimiento.
Compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente
En la actualidad, el rendimiento ya no es suficiente. Las empresas líderes también deben ser responsables con el entorno, y en este punto, Shell ha dado pasos importantes para consolidar una estrategia de crecimiento sostenible. Su compromiso con el medio ambiente se refleja en toda la cadena de valor: desde el diseño de productos hasta su producción, distribución y uso final.
Los lubricantes Shell se desarrollan con un enfoque claro en la sostenibilidad. Esto incluye la utilización de materias primas de bajo impacto ambiental, la reducción del uso de plásticos en los envases, y la adopción de procesos de producción más limpios y eficientes. Muchos de los productos de la gama Shell Helix Ultra, por ejemplo, están formulados con tecnología Gas-to-Liquid (GTL), que convierte gas natural en aceite base de gran pureza, con menor impacto ambiental que los aceites base convencionales.
Además, Shell colabora con fabricantes de vehículos para crear lubricantes que no solo extienden la vida del motor, sino que también ayudan a reducir las emisiones de CO₂, gracias a una menor fricción interna y a un funcionamiento más eficiente del motor.
La empresa también participa activamente en programas globales de reducción de carbono y apoya iniciativas locales que promueven la economía circular, el reciclaje de envases y la formación de profesionales técnicos comprometidos con una movilidad más verde.

Shell en Paraguay: confiabilidad y rendimiento
En Paraguay, Shell mantiene una presencia sólida y creciente, posicionándose como la marca de confianza para conductores particulares, empresas de transporte, flotas industriales y talleres especializados. El país presenta condiciones climáticas variables, con veranos calurosos, lluvias intensas y cambios térmicos importantes, especialmente en zonas rurales o de alto tránsito. En este contexto, contar con lubricantes que aseguren una protección constante es fundamental.
Los lubricantes Shell han sido diseñados para adaptarse a estas exigencias. Tanto en motores livianos como en maquinaria pesada, su comportamiento es confiable incluso bajo condiciones extremas. Esto significa arranques seguros, menor degradación del aceite, reducción del consumo y una respuesta óptima del motor durante todo el año.
Además, Shell ofrece soporte técnico especializado y capacitación para mecánicos, técnicos y operadores de flotas. Gracias a su red de distribución y al respaldo de Grupo Condor, los productos Shell están disponibles en todo el país, garantizando acceso rápido, asesoramiento personalizado y disponibilidad constante.
La elección de un buen lubricante no solo influye en el rendimiento del motor, sino que también representa una decisión económica inteligente. Al reducir el desgaste y las intervenciones prematuras, los productos Shell contribuyen al ahorro a largo plazo, algo especialmente valorado por las empresas que dependen de la disponibilidad operativa de su maquinaria.
18 años de liderazgo y una visión de futuro
Mantenerse como el proveedor número uno de lubricantes en el mundo durante 18 años consecutivos no es un simple dato estadístico. Es una declaración de principios. Es el reflejo de una cultura empresarial centrada en la excelencia, en la anticipación del cambio y en la creación de valor real para los usuarios.
Shell ha demostrado que la combinación de tecnología, experiencia y sostenibilidad es el camino correcto para liderar en un mercado cada vez más complejo. La compañía no solo responde a las tendencias globales: las anticipa, las moldea y las convierte en soluciones concretas que benefician a millones de personas.
Y mientras el mundo se encamina hacia una movilidad más limpia, más conectada y más eficiente, Shell continúa su trabajo silencioso pero esencial: desarrollar lubricantes que hagan que cada kilómetro cuente.