Desde Shell Lubricants celebramos con orgullo una de las alianzas más emblemáticas del mundo automotor. Durante 75 años, Ferrari ha confiado en nuestra experiencia en lubricación y soluciones energéticas para alcanzar sus metas más ambiciosas. Esta colaboración histórica no solo ha marcado una era en el automovilismo de competición, sino que también ha impulsado desarrollos tecnológicos que hoy benefician a millones de conductores en todo el mundo. Porque cuando dos íconos comparten valores como la excelencia, la innovación y la pasión, el resultado es una historia que vale la pena contar.

Una alianza forjada en la exigencia
El mundo del automovilismo es, por naturaleza, implacable. No hay margen de error. Cada decisión, cada componente, cada gota de lubricante puede marcar la diferencia entre la victoria y el fracaso. En este entorno de máxima exigencia, donde la presión, la velocidad y la temperatura alcanzan niveles extremos, surgió una de las alianzas más emblemáticas del deporte motor: Ferrari y Shell.
Desde hace 75 años, ambas marcas han compartido no solo el paddock, sino también una visión: alcanzar la excelencia a través de la ingeniería, la innovación y la pasión. Esta alianza no fue producto de una oportunidad comercial, sino de una necesidad mutua. Ferrari, buscando superar los límites del rendimiento mecánico; Shell, decidida a demostrar que su tecnología podía enfrentar las condiciones más duras del planeta.
Juntos, han forjado una relación en la que la confianza técnica es absoluta. Shell ha estado allí en cada curva, cada parada en boxes, cada victoria, desarrollando lubricantes a medida que han evolucionado con cada generación de motores Ferrari. Desde los primeros monoplazas de la era dorada hasta los híbridos de última generación de la Fórmula 1 moderna, la presencia de Shell ha sido constante, silenciosa, pero vital.
Tecnología que hace historia
Más de siete décadas de trabajo conjunto han dado lugar a desarrollos tecnológicos que han marcado la historia del automovilismo. Cada lubricante creado para Ferrari es mucho más que un fluido: es una solución de ingeniería diseñada para responder con precisión milimétrica a las demandas de un motor que opera al límite.
Los productos Shell destinados a la Scuderia Ferrari son el resultado de un proceso riguroso de investigación y pruebas. Se formulan para resistir condiciones térmicas extremas, minimizar la fricción interna, proteger contra el desgaste y garantizar que cada componente del tren motriz funcione con la máxima eficiencia. La evolución no se detiene: cada temporada plantea nuevos retos técnicos y, con ellos, nacen nuevas formulaciones más ligeras, más eficientes y más robustas.
Pero el verdadero valor de esta alianza está en la colaboración profunda entre los equipos técnicos. Ingenieros de Shell trabajan codo a codo con sus pares de Ferrari, compartiendo datos, perfeccionando fórmulas y anticipando necesidades. Esta cooperación ha permitido que los avances sean rápidos, efectivos y, sobre todo, aplicables tanto en competición como en productos para el usuario final.

Innovación que acelera el rendimiento
En Ferrari, el rendimiento no es negociable. Cada componente del vehículo debe rendir al máximo desde el primer segundo. Y cuando el objetivo es alcanzar velocidades cercanas a los 350 km/h, no hay lugar para productos estándar. Shell Lubricants ha estado a la altura de esa exigencia, desarrollando soluciones de lubricación y energía que permiten empujar los límites de lo posible.
Las pruebas a las que son sometidos los productos en competición —presión extrema, picos de temperatura, aceleraciones bruscas— son únicas. Estos escenarios funcionan como un laboratorio viviente donde se testean nuevas formulaciones que luego evolucionan en productos comerciales. Esta retroalimentación constante es uno de los pilares que ha mantenido a Shell y Ferrari a la vanguardia tecnológica durante 75 años.
Cada avance logrado en la pista se convierte en una base para innovaciones futuras. Así, lo que comenzó como una colaboración deportiva ha terminado por influir en la industria automotriz global.
De la pista a la calle: transferencia real
Una de las fortalezas más notables de esta histórica alianza es la capacidad de traducir los aprendizajes del automovilismo en beneficios tangibles para los conductores de todos los días. Shell Lubricants ha sabido aplicar lo aprendido junto a Ferrari en la pista para mejorar los lubricantes que hoy utilizan millones de vehículos alrededor del mundo.
Los conocimientos técnicos desarrollados en colaboración con Ferrari han permitido crear aceites que ofrecen arranques más suaves, menor desgaste, mayor eficiencia energética y una vida útil más prolongada para los motores de calle. Estas mejoras no son meras adaptaciones: son el resultado de investigaciones compartidas, análisis de rendimiento extremo y validaciones cruzadas entre ambos equipos.
Así, la excelencia que impulsa a los monoplazas de Maranello también acompaña a los automóviles que recorren las calles de cualquier ciudad. Esta es una de las grandes virtudes de la alianza: lograr que la tecnología de competición beneficie directamente a los consumidores.

Mirando hacia el futuro, con responsabilidad
El mundo cambia, y la movilidad no es ajena a ese cambio. Las nuevas generaciones de vehículos exigen no solo rendimiento, sino también eficiencia energética, responsabilidad ambiental y soluciones sostenibles. Shell y Ferrari entienden que el futuro de la automoción depende tanto de la innovación como de la conciencia ecológica.
Hoy, ambos trabajan en conjunto para desarrollar lubricantes y soluciones energéticas que respeten el medio ambiente sin comprometer el rendimiento. Se exploran combustibles alternativos, se perfeccionan tecnologías híbridas, y se diseñan productos que reducen las emisiones desde su composición misma.
El futuro de esta alianza está marcado por el compromiso con una movilidad más limpia, eficiente y técnicamente avanzada. Y aunque los desafíos son muchos, la trayectoria compartida demuestra que cuando dos gigantes colaboran, no hay obstáculo que no pueda superarse.
Una historia que sigue escribiéndose
Celebrar 75 años de colaboración no es solo recordar el pasado, sino honrar el presente y proyectar el futuro. La alianza entre Shell y Ferrari ha resistido la prueba del tiempo gracias a su capacidad de adaptación, su rigor técnico y su pasión por la excelencia.
Esta relación no se limita a una cuestión comercial. Es una historia de innovación continua, de desafíos superados, de logros compartidos. Es una muestra de cómo la confianza mutua puede dar lugar a una evolución técnica sin precedentes. Es, también, un ejemplo para la industria de lo que se puede lograr cuando la tecnología se combina con la pasión.
Y mientras los motores sigan rugiendo, mientras haya una línea de meta por cruzar, Shell estará allí. Con Ferrari, con los ingenieros, con los pilotos. Aportando su conocimiento, su innovación, su compromiso. Porque 75 años no marcan un final. Son el punto de partida de todo lo que aún está por venir.